Diario de una Esposa Traicionada

Capítulo 21

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Capítulo 21 Todas mis esperanzas se apagaron en un instante, sintiéndhelada de la cabeza a los pies. Suponíal que eso era lo que se sentia al ver todo perdido. Sostenia el teléfono, siendo incapaz de pronunciar palabra alguna. Queria preguntar algo, pero al mismo tiempo sentia que nada tenía sentido. Dónde estaba él era obsin necesidad de decirlo. Claramente le había dicho que no habría una próxima vez. Así que, habia tomado su decisión. ¿No es asi? Para los adultos, nadie era incapaz de elegir o de sopesar pros y contras.

Tras meditarlo repetidamente, fui yo la que quedó abandonada. Inconscientemente, llevé mi mano a mi vientre, comenzando a preguntasi realmente debería quedacon ese niño. Una vez que decidiera quedarmelo, aunque quisiera cortar lazos con él, seria dificil terminar por completo.

La custodia del niño sería un gran problema.

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Del otro lado de la línea, élllamó: "¿Cloé?" "Si." No dije nada más, o mejor dicho, en ese momento, no quería decirle ni una palabra más. Después del desayuno, conduje sola hacia el hospital. Queria darle una sorpresa al pedirle queacompañara.

¿Qué estaba pensando, Sonia? No era que estuviera tan avanzada en mi embarazo como para movecon dificultad.

Quizás por la ansiedad, cuando un auto se cruzó inesperadamente delante de mi, no reaccioné a tiempo. Con un fuerte golpe, chocamos. Al recuperar la consciencia, todo daba vueltas, y con la pocal fuerza quequedaba, llamé a Isaac. Después de casarnos, lo primero que hice fue ponerlo como mi contacto de emergencia.

Era Isaac, mi esposo.

Esohabía tenido feliz por mucho tiempo, ansiosa por hacer algo que demostrara nuestra relación. Pero después de pensar por un largo rato, lo único que seocurrió fue ponerlo como contacto de emergencia. Y él ni siquiera lo sabía. Era solo una celebración mía. Así como en aquel momento, el teléfono sonó mucho tiempo, pero no hubo respuesta El dolor en mi vientre empezó a intensificarse, y al pensar en el niño, un miedo intensoinvadió.

"¡Isaac, contesta el teléfono!" Finalmente, lo hizo.

Pero no fue su voz la que escuché, sino la de Andrea, diciéndcon suavidad: "¿Cloé, qué necesit ¿Isaac no te dijo que hoy no podría atenderte?" Su voz, afilada como un cuchillo, cortó profundo en mi corazón, desgarrándolo.quedé sin aliento, las lágrimas brotaron de mis ojos, y mis dedos temblaban incontrolablemente. Nunca imaginé que el amor de tantos años, podría teñirse de oen un instante. Como si el ovaciara toda mi fuerza, de repente todo se volvió oscuro, cayendo en un abismo sin fondo. Al despertar, lo primero que vi fue un blanco inmaculado. El líquido del suero se infiltraba en mi cuerpo a través del tubo, dejando una sensación de frío en el dorso de mi mano. Los recuerdos previos al desmayo inundaron mi mente, y de forma instintiva toqué mi vientre, todavía dolorido.

Mi niño...

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Con ese pensamiento, cada segundo era una agonia.levanté de golpe, intentando salir de la camal 1/2 13:01 Capitulo 21 para buscar al médico.

"¡Cloé!" La puerta de la habitación se abrió de golpe, y al vemoverme, Leticia corrió hacia mí,

presionándhacia abajo con urgencia y diciéndome. "Ne te m muevas Aúnhas terminado con el suero, ¿ya no quieres tu mano?"

Yo no era de las que lloran fácilmente, pero al pensar en mi niño, no pude contener las lágrimas An erlas levantar la vista y encontracon la mirada preocupada de Leticia, las lágrimas rodaron por mi rostro mientras le intentaba decir: "Leticia, yo, mi niño..." arrepenti.

Pensando en que antes de salir había estado considerando si realmente quería quedacon ese niño,senti increiblemente culpable.

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